La docencia es un oficio psíquico. Tener sesenta ojos clavados como agujas en el cuerpo es más vudú que la acupuntura. Hay ojos que son clavos y cabezas que son martillos. Según el día, las agujas te embastan un vestido de payaso, de maestro o de pastor. Te ahogas, te hielas.
Hay días que no sabes si haces de profesor o de asistente social; sólo sabes que en cualquiera de los dos casos lo haces mal. SALA, T. (2001) Petita crònica d'un professor a secundària.
Barcelona: Edicions 62, p.98.
Barcelona: Edicions 62, p.98.
3 comentarios:
No tiene nada que ver el comentario con tu post, asi que si lo borras lo entenderé, solo era para que supieses que he subido el cuarto capitulo de Guerra en los Cielos, por si lo quieres leer.
Encantado de tenerte por el inframundo, pasa a visitarme cuando y siempre que quieras.
Besos
Soñar es la única meta de la vida.
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