" La idea del trabajo como una máquina eficiente está minvando el ideal del trabajo como un lugar saludable donde la gente busca realizarse a través de un trabajo que nos ilusione por el que se reciba una compensación justa".
Hace mucho que el trabajo se ha convertido para la mayoría en algo necesario para vivir, por su compensación económica, en muchos casos ni siquiera justa o equitativa, y se aleja mucho del ideal de realización personal al que quien más y quien menos siempre ha aspirado.
El trabajo acaba convirtiéndose en un medio a través del cual conseguir subsistir, una especie de casi diría, mal necesario. La gente aguanta, pero es casi algo extraordinario encontrar a alguien que verdaderamente disfrute o se sienta realizado con su trabajo. Hasta las personas vocacionales acaban realizando tareas diferentes a las que esperaban o en muchos casos aunque tengan la suerte de trabajar en lo suyo, lo hacen de forma muy diferente a la que esperaban, sin que eso les satisfaga.
Hoy en día conseguir un trabajo que nos proporcione satisfacción, tanto personal, profesional como económica, es casi un imposible. Y una verdadera lástima, por otro lado.
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Hace mucho que el trabajo se ha convertido para la mayoría en algo necesario para vivir, por su compensación económica, en muchos casos ni siquiera justa o equitativa, y se aleja mucho del ideal de realización personal al que quien más y quien menos siempre ha aspirado.
El trabajo acaba convirtiéndose en un medio a través del cual conseguir subsistir, una especie de casi diría, mal necesario. La gente aguanta, pero es casi algo extraordinario encontrar a alguien que verdaderamente disfrute o se sienta realizado con su trabajo. Hasta las personas vocacionales acaban realizando tareas diferentes a las que esperaban o en muchos casos aunque tengan la suerte de trabajar en lo suyo, lo hacen de forma muy diferente a la que esperaban, sin que eso les satisfaga.
Hoy en día conseguir un trabajo que nos proporcione satisfacción, tanto personal, profesional como económica, es casi un imposible. Y una verdadera lástima, por otro lado.
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